Conexión Agro

Nominado al Martín Fierro Federal 2012 como mejor programa agropecuario en radio

jueves, 4 de octubre de 2012

Meterse en el mundo Norton

La bodega que comenzó en 1895 y que atravesó todo tipo de vicisitudes y dueños. Desde aquel inglés que se quedó por una mujer hasta la realidad de hoy con su dueño, Michael Halstrick, hijo del magnate austriaco de las joyas Swarovski. La realidad de hoy son más de 25 millones de litros elaborados al año, más de 70 etiquetas, vinos exportados a Holanda, Japón, Brasil, EEUU y más. Y sentarse a charlar con el gerente de operaciones de la bodega, Luis Steindl y con el enólogo Jorge Riccitelli, brillantemente asistidos por la sommelier Mariela Lecea. Todo gira en torno al vino, los espumantes, la historia, los números y las anécdotas. Son un par de horas que pasan al galope mientras probamos un Cosecha especial ciento por ciento Chardonnay, un brut rosé mix de pinot noir y Chardonnay. Y en el medio el primer estreno, Un Perdriel Sauvignon Blanc 2012 recién puesto en botella. De repente, una sorpresa. Lote L 109, Botella 1111. Son unas 6 mil botellas pura barrica. Se cría desde chiquito en el roble, nace en el tonel. Impecable, sabroso y encima te invita a más. Por allí se cuela el espumante Perdriel XB. Más complejo, el hermano mayor, el que mira a todos desde lo más alto. El único hecho con el método tradicional. Y el final con la orquesta sonando a pleno. Aparece esa botella más bajita, cubierta de polvo añosa, como en las películas. El corcho se resiste, pero la lucha es desigual. Se sirve el Malbec 1974. Quedan apenas 1369 unidades en la bodega. Está vivo. Todavía da señales de que se hizo con gran calidad a pesar de los años que pasaron. Más allá de los sabores y los gustos personales, es muy agradable ver la cara de los hacedores y saber que disfrutan de ese momento especial, en que la obra de otros aún tiene vigencia. La charla sigue y se mete en el extraño caso de LoTengo, un vino que viajó a Inglaterra y sirvió de cuña a Norton. Claro que tenía una etiqueta tan rara que salía casi más cara que el propio vino. Un holograma que invitaba a mover la botella en búsqueda de sensaciones. Estaba hecho en EEUU y tenía impresa la figura de bailarines de tango: una con la mitad de arriba de la pareja para el torrontés. La otra, de la cintura para abajo, el Malbec. Hoy es una anécdota, pero forma parte de esta historia que hoy tiene a Jorge Riccitelli, principal enólogo de la Bodega, nominado entre los cinco mejores del mundo por la revista especializada Wine Enthusiast. Tal vez un nuevo comienzo para este hombre, que lleva 20 años en el mundo Norton y que lo vio crecer como pocos.




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